Politiqueo: Bush como un roble

No seré yo el que no diga que una vida sana y equilibrada es lo necesario y deseable. Pero a juzgar por la composición de su grupo de gobierno estar hecho un chaval no es requisito para el Vicepresidente Dick Cheney o su mano derecha Karl Rove por mencionar un par de ellos. Su capacidad laboral no se pone en tela de juicio por las múltiples operaciones de corazón del uno o por la obesidad del otro. De hecho, cuestionarlos por su condición física podría constituir un acto de discriminación. Y eso que han abundado los presidentes americanos que estaban como ceporros, que convivían con una silla de ruedas o que abusaban de la botella. En fin, mens sana in corpore sano. Ya sabemos lo del cuerpo, ahora toca responsabilizarse de la mente.

Mensajes relacionados
Politiqueo: Antiterrorismo y decoración