20 mayo 2006

Ciudades: La población de Washington DC


"Si hay una ciudad en este país cuya población realmente no tiene ninguna importancia, esa es Washington. La influencia política de D.C. ha estado segregada de su población durante toda su historia, pero nunca más que hoy."

Mike DeBonis y Arthur Delaney, Washington City Paper

19 mayo 2006

Arquitectura: Miseria de lujo


Leía con interés el artículo sobre el proyecto de viviendas de Zaha Hadid en Spittelau (Viena) en la revista Building Design. Tras varias críticas al rocambolesco proceso, los desproporcionados costos y la reacción del estudio de Hadid, el escrito se las apaña para ensalzar los valores estéticos del edificio y así - desligándolo de otras responsabilidades - ensalzar el valor del arquitecto. Yo casi preferiría empezar al revés, admitiendo lo atractivo de ciertas cualidades estéticas para algunos, pero reivindicar su falta de significado cuando no están ligadas a un programa, a un contexto y propósito social o cuando fracasa estrepitosamente el proyecto para lograrlo. El caso lo reune todo.

El proyecto se designó recuperando una zona de vías de tren que políticamente se reconocían como un gran espacio para la regeneración urbana en una zona aislada y sin atractivos. El diseño ofrecía tres edificios que aunaban una mezcla de estudios para artistas, comercios, oficinas y atracciones en la forma de discotecas y restaurantes. La receta dependía del complejo covirtiendose en el imán que atraería visitantes y desarrollo al area.


Los problemas empiezan cuando se proyecta sin atención a los modelos económicos uso y la legislación local. El inversor inmobiliario recortó el muy publicitado proyecto, la idea de vender espacio antes de la construcción para financiarla se tornó impracticable. Así que se reconfiguró el proyecto como vivienda social buscando subsidios públicos y en lugar de los grandes espacios propuestos se tuvieron que redividir los espacios en 31 viviendas. Hadid así cedió toda responsabilidad sobre los interiores y el exterior se reconfiguró para adaptarse a las necesidades climáticas reduciendo significativamente la integridad formal...

Los titulares sensacionalistas hablan del proyecto de vivienda social más caro de Europa, y probablemente sea cierto: 10 millones de euros. Los hay que se atreven a elogiar como trabajadores y estudiantes se beneficiarán - como si de un privilegio se tratara - de un diseño magnifico de Zaha Hadid. No hay magnificencia en la arquitectura sin programa y no puede haber alegría en la quiebra de la inversión privada que usa al arquitecto complaciente para crear cáscaras y termina buscado el apoyo embotado del sector público ante su propio fracaso. Si hay algo magnífico aquí es como pierde la ciudad y sus ciudadanos en este proceso.

Imágenes cortesía de Wassmann

16 mayo 2006

Blogoteca: Galería de Miami


Vistazo a Miami Beach y un instante en la pequeña Havana

15 mayo 2006

Politiqueo: República y fútbol


No es esta la primera - ni al paso que vamos - la última vez que le doy espacio a d'Urgell . El caso es curioso porque en cierto modo me veo obligado a reconocer que me pasa como con el Real Madrid. Es decir, republicano realmente no soy, pero sin lugar a dudas soy antimonárquico.


Teatro Real
por Jaume d'Urgell
Reflexiones críticas con la institución de la monarquía, en defensa del restablecimiento de la legitimidad republicana.

Hace unos días tuve el privilegio de conversar con un buen amigo, arquitecto, honesto y capaz, y me planteó su inquietud ante la existencia de una parte de la ciudadanía que adopta una actitud pasiva ante los desafíos que plantea la más elemental reflexión crítica de la sociedad en que vivimos: los desequilibrios socio-económicos, la desigualdad de derechos entre seres humanos, la proliferación de conflictos bélicos, lo insostenible de nuestra relación con el medio natural, el empobrecimiento cultural al que asistimos no solo en los medios de comunicación de titularidad privada sino también en los entes públicos de difusión e información, la censura previa contra personas e ideas, el sometimiento a los dictados de oscuras corporaciones empresariales y aún potencias extranjeras, la invención de barreras contra la libre circulación de los seres humanos, la indiferencia ante el sufrimiento o la marginación ajena que anida en la forma de vida de quienes el azar ha visto nacer en situación privilegiada y, por encima de todo: la negación de la democracia. Negación sostenible solo mediante el uso intencionado de incultura, silencio e inercia, al servicio de intereses creados por clases dominantes como el ejército, el capital, los partidos, la banca y la iglesia.

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