05 julio 2005

Economía: La milagrería china


Dentro de las perspectivas del desarrollo y el libre mercado China se ha convertido en un punto obligado de reflexión. Hoy el debate está muy caliente entre Estados Unidos y China sobre la compra de la petrolera Unocal. El conflicto se centra en la oposición generalizada, hasta el punto de hacer intervenir al congreso de Estados Unidos, a que capital chino se apodere de una empresa americana. La intervención del gobierno desvirtúa una vez más el discurso utópico del libre mercado. Un reproche que también le hace CNOOC, la empresa compradora china, mientras que se olvida comentar que el 70% de su capital es propiedad del gobierno asiático.
Lógicamente este es un tema recurrente en la blogosfera. Yo en particular he participado en unas cuantas notas y comentarios incluyendo los desatados en el blog de Juan Freire. En uno de ellos le comenté a Juan que me gustaría explicar mi inquietud ante algunos de los indicadores y como se utiliza la apertura económica de la potencia china. (Los debates relacionados sobre si la riqueza nace o se hace... los posponemos para otra ocasión.)

En este debate podemos asumir por un instante que la utopía del mercado libre nos permitirá lograr un mayor desarrollo y libertad así como la transformación de las dictaduras. En ese sentido admiro y comparto la coherencia de Juan Freire cuando afirmó que efectivamente al apoyar el modelo de apertura chino se tendría que levantar el embargo a Cuba ya que estrangula a la población y radicaliza al gobierno. Juan es optimista y cree que se ha de seguir por este camino. De veras espero que tenga razón, mi visión es más pesimista y me cuesta tanto ver la caída de la dictadura cubana tras la muerte de Castro como el desarrollo de las libertades individuales a través del aperturismo comercial chino.


Llamarlo "milagro" chino a mí ya me da un cierto repelús pero quizás sea sintomático de por donde andamos. Un ejemplo que me llamo la atención y buen punto de partida fue el mensaje "An Amazing Story" en el muy recomendable blog sobre economía "Angry Bear". Tras ofrecer una selección de indicadores y admitir que hay mucho que criticar al gobierno chino argumenta que también hay que reconocer su éxito económico. Mi escepticismo sobre estos indicadores chinos en parte termina tocando problemas que afectan directamente a la falta de libertades y derechos humanos. Incluso los que aún conciben la economía como una ciencia capaz de operar independientemente necesitarán tener en cuenta el impacto que a medio plazo estas dudas plantean. El problema empieza con la selección y las omisiones. Mencioné que se me ocurrían de repente dos ejemplos. El primero es la tasa de mortalidad infantil con su posible falta y/o manipulación de datos sobre todo en lo que se refiere a las sombras en su distribución por sexos. La segunda ausencia es la de las cifras oficiales sobre la extensión de la epidemia del sida en la República China.


Desde la introducción de la legislación que penaliza a las familias con más de un hijo la evolución de la mortalidad infantil femenina, o si se quiere el desequilibrio entre nacimientos de niños y niñas, ha sido notorio. De una correspondencia relativamente normal de 108.5 niños por cada 100 niñas a principio de los 80 se pasó a 111 por cada 100 en 1990 y se estima que el desequilibrio actual se sitúa en 117 niños por cada 100 niñas. Existe un consenso que éste es un problema real a pesar de las guerras de cifras entre las autoridades chinas y los organismos en defensa de los derechos humanos. La falta de datos y la omisión de este componente es además muestra de la información sesgada que requiere una voluntad de recopilación de datos individual para acercarse a una visión mas completa del tema. Una posible consecuencia que algunos economistas se atreven a predecir es la falta de una base social que sea capaz de sostener su sistema de retiro y seguridad social. Pero el desequilibrio demográfico puede no parar ahí. El coordinador de Naciones Unidas Khalid Malik explica que en ocho o diez años se puede alcanzar una cifra de entre 40 y 60 millones de mujeres desaparecidas, lo cual tendrá implicaciones enormes para la prostitución china y el tráfico humano.


Aparte está el problema del sida. El gobierno chino estima en unos 840,000 los infectados por el virus. Hay atrevidos que dicen que este dato hay que verlo en el contexto del tamaño de la población china. El consenso de los expertos es que la cifra es mucho mas alta y se desconoce su alcance real por muchas razones, principalmente por el problema con la asistencia sanitaria en el medio rural, el estigma social asociado a la enfermedad, el secretismo y censura que ha mantenido el gobierno central, con un guiño legislativo en agosto del 2004 cuando se admitió que tenían un problema y la ley condeno la discriminación de los afectados.
Mientras tanto el avance es mínimo, la represión a los voluntarios es continua y la transparencia escasa o nula. Naciones Unidas estima que sin las medidas adecuadas China se enfrentara a una epidemia que afectara a diez millones de habitantes en menos de cinco años.


Aparte se me pasa por la cabeza la falta de evaluación de las condiciones de los trabajadores, triste ironía de la revolución comunista, o la política energética desarrollada con proyectos como la presa de las tres gargantas y el desahucio e impacto medioambiental que provoca a pesar de que algunos la defienden como un gran proyecto de la humanidad ya que junto a la muralla será visible desde la luna, cosa falsa por otra parte pero la mitología se hace útil.

Quizás mis observaciones no sean ortodoxas para establecer indicadores de vida pero estoy seguro que, volviendo al ejemplo de Angry Bear, elegir la distribución de frigoríficos por hogar frente a un análisis escrupuloso de la tasa de mortalidad infantil no puede ser serio. Sería lógico cuando menos mantener un escepticismo sobre estos datos o interpretaciones de manos del gobierno chino. Aparte, incluso si yo apoyara el mercado como generador de libertades, estas han de ser desarrolladas dentro de un proyecto que las incluya explícitamente dentro del modelo inicial.


En un aparte relacionado, no seré yo el que defienda ninguna fe religiosa pero su respeto y dialogo en diversidad son derechos esenciales. El arresto ayer del obispo católico Jia Zhiguo añade otra nota a la larga historia de los enfrentamientos entre la iglesia católica y el gobierno chino. La represión de las libertades individuales en China es deplorable. Parece que ni el Vaticano es capaz de articular una crítica pública frente a la situación ni es capaz de informar a empresarios y medios afines. Claro que parece que el Vaticano tiene otras prioridades, pero eso es un tema para otra ocasión.

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Imágenes del artículo:
Michael Wolf , en su mayor parte de la serie "China fabrica del mundo"