01 junio 2005

Ciudades: La dinámica de Canal Street, New York


El sábado pasado nada mas llegar a Manhattan nos metimos en Canal Street, en pleno barrio chino, para buscar la última residencia del amigo que nos iba a acoger durante el fin de semana. Recuerdo haber ido de paso por Canal antes, cruzarla o darle un vistazo. Convivir durante unos días con esta calle es un buen recordatorio del porqué New York es fascinante. Durante todo el día una maraña apenas navegable cubre las aceras. Una mezcla de vendedores, puestos callejeros, neoyorkinos, turistas, curiosos y buscavidas se une frenéticamente a la creciente acumulación de basura.


Me llamó mucho la atención la presencia tan fuerte y sonora de venta de todo tipo de copias ilegales de música, películas e imitaciones de relojes, gafas... Tras tanta moralidad y ataques a las descargas digitales, la última de Lucas estaba en manos de todos los vendedores junto con las últimas novedades, películas pornográficas y éxitos musicales. No es que peque de inocencia, ocurre que recuerdo presenciar durante una visita anterior una detención de un vendedor de relojes Rolex falsos cerca del Empire Estate Building con gran violencia por parte de la policía dentro de una operación encubierta, empezando por la manera en que metieron al inmigrante contra el suelo al intentar echar a correr... Y así, una operación de copias tan extensa y abierta me sorprendió. Bueno, están atentos a correr y a desmontar el puesto, bien lo vimos más tarde en Harlem, sabor de barrio diferente pero dinámica de venta callejera similar donde también presenciamos darles el aviso, "agua", y recoger mantas, como hacía tiempo que yo no veía.


Y tras llegar a la puerta, al portal del apartamento, me dejo para después lo que queda detrás, entre esos dos puestos por los que apenas se lograba pasar. Creo que la mujer del tenderete que ponía la banqueta delante se va a alegrar de no verme la cara.