09 junio 2005

Arte: Edmondson y Traylor, ni primitivos ni modernos


Bill Traylor - Construcción con evento excitante, 1939-1942

Bill Traylor y William Edmondson fueron dos artistas clave afro-americanos que desarrollaron su producción creativa durante la primera mitad del siglo XX desde el segregado sur americano. Alcancé a ver en el Studio Museum en Harlem la escala de la muy interesante exposición "Bill Traylor, William Edmondson y el impulso modernista", acompañada por un buen catálogo que recoge la muestra y un interesante número de ensayos en torno a estas dos personas, su historia y el desarrollo del arte. Son dos figuras ejemplares que hace falta revindicar no sólo dentro del reconocimiento a la contribución afro-americana al desarrollo artístico y cultural o la legitimación de las formas artísticas fuera de las élites y los círculos de poder, si no en particular por su capacidad creativa y reinterpretativa de la realidad que los rodeaba. Eran buenos, y lo más interesante es que trascienden su dimensión histórica. Son muy vigentes.


William Edmondson - Jack Johnson (Boxeador), 1934-1941

La exposición no es conformista y ofrece una visión crítica sobre su llamado descubrimiento, acompañado del posterior éxito y reconocimiento al final de sus vidas. Esto sería seguido por su olvido institucional tras morir dentro del dogmatismo promovido por gente como Clement Greenberg que acompaño al expresionismo abstracto en los Estados Unidos, eliminando la presencia de estos artistas de la definición del arte moderno. Despues vendría su revalidación dentro de un entendimiento más diverso e híbrido de lo que constituye el arte y la cultura.


William Edmondson por Louise Dahl-Wolfe, 1937

William Edmondson nació pobre en 1874 y comenzó a recoger piedras abandonadas en la década de 1930 que talló en lápidas funerarias. Al morir en 1951 su obra incluía una fuerte reinterpretación de la forma, en muchos casos hacia la abstracción, y temas cotidianos impregnados de la cultura popular, religiosa y afro-americana por la que transcurrió su vida.


William Edmondson - Arca de Noe, circa 1930



Bill Traylor por Charles Shannon, circa 1939

Bill Traylor nació esclavo en 1854 y trabajo recogiendo algodón durante la mayor parte de su vida. A los 85 años viviendo el las calles de Montgomery, Alabama, comenzó a dibujar. Al morir en 1949 dejo una producción que incluía más de 1.500 dibujos que frecuentemente reflejaban la depresión económica y las relaciones raciales en el sur estadounidense. Personalmente "Construcción con evento excitante", ilustración superior del mensaje, me parece antológica y vigente en tantos y tantos casos actuales.


Bill Traylor - Hombre con hacha persiguiendo a hombre que señala, 1939-1942

Hay un primer debate que orbita en torno a ellos sobre las similitud que tienen sus inquietudes con las vanguardias europeas de las que eran coetáneos. Mientras que no pertenecen a ellas, hay una falta absoluta de contacto y conocimiento de su existencia, evaluar su producción a la misma altura de los movimientos experimentales y elitistas que inundan la historia del arte es valioso. Otro debate se centra en el reconocimiento del arte "autodidacta", "bruto", "primitivo", "folclórico" que frecuentemente logra ser admitido como arte pero un arte de segunda categoría, no tanto por su calidad si no por como ha sido producido. El ensayo de M. Cynthia Oliver "Como se mueve el arte" incluye la historia de la antropóloga Joann Kealiinohomoku que en 1970 desmontó la idea, entonces vigente, que el ballet era una forma de danza libre de contexto y etnicidad. Esta idea sigue predominando en muchos círculos afectando muchas formas de expresión. Kealiinohomoku criticó el elitismo del mundo de la danza cuando se refería a las llamadas manifestaciones étnicas o primitivas y les acuso de un trato discriminatorio de estas formas respecto al ballet. Argumentaba que el ballect se había desarrollado por encima de sus antiguas raíces culturales y había sido aceptado por la cultura europea a través del mundo como una indicación de clase y gusto. Por lo tanto concluía que toda manifestación muestra los valores de la gente que la crea. Es decir el ballet es una muestra de baile étnico occidental. Lo más importante del trabajo fue artícular que los términos utilizados para definir otras formas de baile se utilizaban implícitamente para legitimar quien esta capacitado para hacer arte. Son etiquetas que permiten a la sociedad dominante elegir que manifestaciones sancionar. Ahí estamos: Edmondson y Traylor, ni primitivos ni modernos.