28 junio 2005

Inmigración: Españolas en Paris


Españoles saliendo hacia Francia al final de la Guerra Civil, 1939

La memoria social puede ser corta o convertirse en poco más que una nota a pie de página. Dentro de los movimientos migratorios contemporáneos es frecuente ver como en países que hoy son receptores florece la discriminación y el rechazo. Repetir "nosotros también fuimos inmigrantes" desafortunadamente no basta. A veces se usa como excusa: "Estos son otros tiempos". Cierto, son otros tiempos y ojalá sean mejores pero hace falta entender donde estamos y que hicimos en un pasado no tan lejano. Ese es uno de los grandes valores de "Españolas en Paris: Estrategias de ahorro y consumo en las migraciones internacionales" de Laura Oso Casas, Ediciones Bellaterra 2004. No sólo ilustra magistralmente la migración española dentro del servicio domestico en Paris, si no que da un repaso fascinante a las estrategias de los gobiernos para beneficiarse de la inmigración. En este caso el gobierno emisor, la dictadura franquista, animando al ahorro en la madre patria y creando una cultura del retorno y el receptor aprovechándose de esa mano de obra en transición, despreocupándose de la integración y de sus derechos. Oso Casas, profesora de sociología de la Universidade da Coruña, a través de una combinación de entrevistas e investigación analítica reconstruye la inmigración femenina que constituyó un elemento clave para el desarrollo español. Su repaso detallado contrasta con los comportamientos que España reproduce como país receptor en la actualidad, desde los problemas de integración cultural a los de discriminación y xenofobia pasando por la psicología social del inmigrante y como se construye la política institucional hacia estas personas.


Oso Casas realiza a la par otra labor tan importante como la reevaluación de la inmigración y esa es revindicar el papel de la mujer dentro del fenómeno. Un papel que normalmente se oscurece y pasa desapercibido. En el contexto del servicio de Paris se genera toda una diáspora en torno a la capacidad de la mujer repleta de modelos propios, incorporación de parejas y relaciones de poder con los señores de la casa que sin el enfoque femenino no se podrían entender. Es a estas mujeres a las que entrevista y son ellas las que cuentan su experiencia ahorrando y pensado en volver o no a la patria. 194.605 mujeres españolas vivían en la capital francesa en 1962. Hay valoraciones negativas de la experiencia: "una vida de privaciones para darse cuenta que haber envejecido fuera de España no merecía la pena". "España estaba en plena fase de desarrollo y la gente que dejaron atrás en sus pueblos también salió adelante", comenta Oso Casas, "vivían en buhardillas, trabajaban todo el día y no gastaban". "Llevo 30 años aquí y sólo he ido una vez al cine", cuenta una de las inmigrantes. "Querían volver enseguida, pero los hijos iban al colegio y eso retrasaba los planes. Luego, cuando se daban cuenta ya estaban aquí los nietos y el retorno suponía renunciar a la familia."


El fenómeno no es historia pasada a pesar de lo que algunos expertos defiendan. "La posmodernidad no ha podido borrar las relaciones de dominación que estructuran y retroalimentan el sistema", explica la autora. "La movilidad social no responde al modelo del "sueño americano" de una sociedad abierta donde los individuos que acceden a los puestos de prestigio social son los mas competentes o capaces, si no que unas relaciones estructurales desiguales determinan el diferente acceso de los individuos a la escala social." Y concluye con esta reflexión mirando a la situación actual:

"Las mujeres inmigrantes en España irán configurando sus propias trayectorias migratorias y de movilidad social, como lo hicieron las españolas en su día, pero, en este sendero, las decisiones políticas, las piedras que encuentren en el camino, determinarán en gran medida el final del túnel, de su experiencia migratoria y vital. Y condicionarán también a la sociedad española que convivirá con ellas, ya sea aprovechando su potencial, desde una óptica positiva de "integración" social o bien dejándose arrastrar por la espiral negativa de la desigualdad social y de genero."