21 junio 2005

El barrio: Delincuencia, policía y futuro


El sábado fue el festival anual de la bicicleta en el barrio de Shaw en el cuadrante noroeste de Washington DC. El evento estuvo organizado por Shaw EcoVillage, una organización a la que pertenezco como miembro del consejo asesor de la junta de directores. La misión del organismo es ofrecer una formación adicional, o complementaria si se quiere, asistiendo a los jóvenes para que sean participes efectivos en un cambio relevante y sostenible en los barrios urbanos de la ciudad. La organización merece un mensaje mas detallado en el futuro, por hoy es suficiente decir que, matices aparte, el objetivo real de todos los involucrados es ofrecer oportunidades y alternativas a aquellos adolescentes dentro del contexto menos favorecido de la capital de Estados Unidos.


Aparte de otras actividades como los proyectos y talleres comunitarios de urbanismo y gestión medioambiental, el área del transporte en bicicleta a través de reparaciones, gestión de una tienda y otras actividades es fundamental para Shaw EcoVillage. El festival agrupa a multitud de residentes en torno a rutas históricas del vecindario, entrega gratuita de cascos y talleres de reparaciones, barbacoas y actuaciones. Yo como voluntario participé en el primer turno de la mañana asistiendo con el montaje preliminar. Por ejemplo, sacamos sillas y un escenario con un bedel desde un centro escolar próximo. Le preguntan:
- Bueno, ahora todo mejor por aquí, ¿verdad?
Se sonríe.
- Bueno, no, la verdad es que cada vez esta peor. Ya sabes, recortes del presupuest,. cada vez menos personal de mantenimiento. Se cae a pedazos. Mira el ejemplo que da la capital de la nación...


Lo que ocurrió antes del arranque oficial del día llama a revaluar la realidad de nuestra labor y la dinámica de la ciudad.
Se acerco un muchacho, que parecía mas joven que los 15 años que luego dijo tener, montado en una pequeña moto trucada y preguntó que era lo que estábamos haciendo allí. Un voluntario a cargo del taller le explicó quienes éramos y lo que hacíamos, animándole a unirse. Dio las gracias y arranco distraídamente por la pista de obstáculos. Inmediatamente uno de los policías que también ayudaba con la supervisión del evento se lanzó tras el y al recortar una curva le obligó a parar bajándole de la moto. Le agarró y aunque el chico no mostró resistencia le puso las esposas con cierta violencia y le llevó a la entrada del parque.


Yo lo veía desde la distancia intentando comprender que pasaba a la vez que otros voluntarios se acercaban añadiéndose a la especulación:

- ¿Moto trucada? Ilegal, claro...
- ¿Se la confiscarán y le soltarán? Parece que le sueltan.
- No, sólo le est
án reajustando las esposas.
Los comentarios se iban sucediendo. Un par de personas y yo pensábamos que fuera lo que fuera no era una situación muy grata, máxime pensando sobre cual era nuestro papel allí.
¿Pero que sabemos nosotros? Otro recién llegado parecía que sabía más:
- Seguro que ha hecho algo.
Después pregunt
ó señalando a su propia camiseta que decía "Shaw Bike Festival 2005"
- ¿Qué es Shaw?
- Esto es Shaw, este barrio es Shaw.
Llamaron a unos coches patrulla. Se aproximaron más policías. Algunos jugaron con la moto. Otros hablaron con el chico. Se reian entre ellos. Le pusieron una camiseta sobre las muñecas para ocultar las esposas. Un poco más tarde se lo llevaron y aparcaron la moto al lado de uno de los coches policiales.


Pude preguntar al policía que le detuvo que había pasado:
-¿Era por que la moto era ilegal?
-S
íííííí, bueno, que más da. Es un matón, ¿sabes? Está en libertad condicional.
No dijo más entonces. Algo después estuve presente en otra conversación donde el mismo
policía contaba a otras dos voluntarias algo más detallado sobre lo que había ocurrido.
- Pasará la noche en la comisaría...
- ¿Y tendrán que sacarle sus padres?
- Eso es, pero antes tendrán una audiencia con el juez. Eso sí, hasta el lunes nada de nada. Se le acabo el fin de semana.
- ¿Y por que estaba en libertad condicional?
- Por posesión de una pistola de perdigones en espacio público.
- ¿Es eso delito?
- Para un menor de edad, sí. Además, era una réplica, una de estas que parece de verdad, ¿sabéis? Seguro que la utilizaba para robar.
- ¿Y estará todo el tiempo en la celda?
- Bueno, depende, puede que le lleven a un centro de detención de menores aunque no creo... Lo que está claro es que le he arruinado el día.


El arma del delito

Aquí hay mucho que no se sabe y mucho que se supone. Voy a intentar encontrar alguna respuesta, pero imaginemos por un momento que el detenido estuvo involucrado en la creación de la moto trucada. Inmediatamente me atrevería a decir que existe un interés creativo o mecánico en esta persona. Algo que se podría aprovechar, potenciar, si se tuviera el entorno y la oportunidad adecuada. Que cada cual establezca su juicio, yo de momento estoy seguro que este incidente no ha contribuido a crear un barrio mejor.