06 mayo 2005

Culturas híbridas: Argentina negra

El Washington Post se hace eco de la polémica historia de la comunidad negra en Argentina. El Post suele mostrar un periodismo incapaz, y eso que es de lo mejorcito que hay por aquí, pero tras titulares metafóricos y noticias narradas como si fueran historias de la abuela uno se puede encaminar hacia cosas importantes. En este caso la noticia apunta hacia la desaparición de la memoria colectiva argentina de su pasado negro, esclavista e híbrido. Gran parte de los estudios vienen de la mano de la Profesora Miriam Victoria Gomes. Su artículo, La presencia africana en la Argentina, explica como se pasó de tener un 30% de población negra en Buenos Aires en 1810 a menos de un 2% en 1887. La población fue principalmente asimilada y durante el proceso su cultura y raza se filtró al punto que es común oír la negación total de la herencia negra en Argentina. El mito, que fue alimentado por los ideólogos del sistema, pretendía presentar al país como una nación blanca y europea trasladada a América Latina. Así se explicaba la desaparición de los descendientes africanos a través de una epidemia de la fiebre amarilla y los enfrentamientos con Paraguay en la década de 1860.


Gomes, en parte con fondos del Banco Mundial y del censo argentino, analizará los resultados de la investigación que lleva a cabo a finales de este año. Se han utilizado dos herramientas, encuestas en barrios de la capital y análisis de DNA. Este último estudio llevado a cabo entre las universidades de Buenos Aires y Oxford sugiere que al menos un 10% de los argentinos que se identifican como blancos tienen ancestros negros. Me recuerda a la situación en la que se vio metido Wayne Joseph al querer comprobar tras 50 años de discriminación lo negro que era. Al recibir los resultados del análisis DNA se encontró con que era 57% indoeuropeo, 39% indígena americano, 4% oriental y 0% africano. ¿Qué hacer cuando uno descubre que la raza con la que se ha pasado una vida no es cierta? ¿Es la raza una construcción cultural y social?

Estoy de acuerdo con Gomes cuando dice:
La Nación Argentina se debe a sí misma una revisión profunda y honesta de su historia y un análisis rigurosamente crítico, de los fundamentos ideológicos que dieron forma a su deseo de país blanco y europeo.

Hay que hacer uso de la memoria crítica y aprender de ella. Sería bello que estos análisis del DNA demostraran su utilidad desapareciendo cuando seamos capaces todos de contestar que no importa la raza, ni la proporción de la mezcla. El pedigrí es un invento.